viernes, 18 de junio de 2010

Sin titulo 2

- ¿De verdad que no quieres sentarte? - Me preguntó el rinoceronte.
- Preferiría volver a mi época. Tengo un cerebro y una piedra-tostadora que recuperar... ¿Sabes si hay alguna manera de volver?
- La hay... pero es muy complicado... yo la intenté con unos cuantos que había aquí, eramos unos 10 millones y solo volví yo... hay que ir a las tierras de Hay-Que-Me-LoL-Landia, es un lugar muy absurdo y peligroso... yo sobreviví porque... porque soy un rinoceronte al fin y al cabo, un rinoceronte que habla y lee, con títulos universitarios... aún así, me costó mucho... tendrás que quedarte, me temo...
- ¿Pero no te estoy diciendo que cambié mi cerebro por una tostadora que no funciona y que esa tostadora se ha convertido en una piedra y me la han robado? Si con algo tan absurdo no sobrevivo a Hay-Que-Me-LoL-Landia es que no puede sobrevivir nadie...
- Esta bien, ves si quieres. Pero está un poco lejos...
- ¿A que distancia?
- A 3 metros...

Mi cara cambió por completo, me quedé paralizado. 3 Metros, esa distancia no podría recorrerla en la vida...

- ¿E... Estás seguro de lo que dices? ¿3 metros? ¡Eso es imposible!
- Como te digo, si no me crees, mira el cartel.

Y vi el cartel, que señalaba que a tres metros empezaban las tierras de Hay-Que-Me-LoL-Landia. Tenía que ir allí, pero estaba muy lejos...

- ¿No hay ningún atajo?
- No, pero si aprendes a conducir el ROFL-Tank o el ROFL-copter, podrás llegar rapidamente...
- ¿Alguien sabe pilotarlos?
- No, su funcionamiento es demasiado loloso para este mundo...
- Vale, voy a probar. No tengo cerebro, no creo que implosione ni nada por el estilo...

Así fue como me subí al ROFL-Tank y pude ver un complejo cuadro de mandos, me senté y se empezaron a encender luces por doquier, en ese momento me dí cuenta de que, el complejo panel de mandos se había convertido en 2 joysticks. Uno que tenía una flechita hacía arriba y otra hacía abajo y otro que tenía una doble flecha hacía los lados.

Salí del ROFL-Tank y se lo dije al rinoceronte.

- ¡Increible! ¡Eres el elegido! ¡El que acabará con el spam en el universo! ¡El que vencerá a los troyanos y a los gusanos! ¡El que dominará a los hoaxes!
- ¿Lo que?
- Eres el único que puede vencer a todo el mal de Internet. Lo dice la profeci-pedia. Mira...

Y me enseñó un articulo de algo muy similar a la wikipedia en que salía una foto mía orgulloso al lado del ROFL-Tank.

Sin titulo

Últimamente, mi cerebro ya no funciona tan bien como antes. Seguramente tenga algo que ver el día que decidí cambiarlo por una tostadora, pero no estoy seguro. Han pasado muchas cosas desde entonces, y una tostadora no almacena demasiado bien los recuerdos. Por eso me decidí a recuperar mi cerebro.

Lo primero que tenía que hacer era, cambiar mi flamante tostadora (que además, no funcionaba) por algo más útil para encontrar mi cerebro. Y en ese momento, vi la solución. Una enciclopedia.

Entré en la tienda y le comenté al dependiente el cambio. Dijo que no estaba seguro, pero que vale, si además de la tostadora le daba mi bazo (Nunca supe que lo tenía, y nunca supe que servía de algo. No era un mal cambio.), que él había cambiado el suyo por un reloj de cuco, pero la lastima es que no tenía cuco. Eso si, el reloj no atrasaba, el reloj adelantaba. Y por alguna casualidad, la tostadora reaccionó con el reloj de cuco sin cuco y todo cambió.

La sucia y desordenada tienda de antigüedades se había convertido en un árbol caído. La calle era ahora un sendero de cabras. El perro del tendero, era ahora un mapache. Y yo, por increíble que parezca, me había convertido en una piedra.

Curioso.

Muy, muy curioso.

El dependiente me miraba fijamente, para después buscar su reloj de cuco sin cuco y ver que donde debería estar tan solo había un rinoceronte haciendo sus necesidades con un ejemplar del ABC abierto.

Muy curioso.

Intenté decir algo, pero solo era una piedra. No podía hablar por mucho que lo intentase. Así que intenté mirar a mi alrededor. Pero, obviamente no pude. Era una piedra, y las piedras no tienen ojos. Así que me dediqué a esperar y... me di cuenta de algo...

No me había convertido en una piedra. Estaba aguantando una piedra. Mi tostadora, era ahora una piedra.

- ¿Sabe que ha pasado? - Le pregunté tímidamente al tendero.
- Si, hemos viajado en el tiempo.
- Ah... y eso es... ¿bueno? - Pregunté mientras acariciaba mi piedra.
- No lo sé, es la primera vez que me pasa... lo que me pregunto es... ¿Va a darme usted su bazo o no? No tengo todo el día.
- Si, por supuesto... aunque no sabía que tenía bazo.
- Ah, es natural, miré lo tiene aquí... - dijo el señalando su torax.
- ¿Aqu... - y caí inconsciente.

Jamás pensé que me pasaría algo así. Jamás pensé que entraría en una tienda de antigüedades a por una enciclopedia para recuperar mi cerebro y acabaría viajando en el tiempo para que mi tostadora se convirtiera en una piedra. Jamás, ni en las peores situaciones imaginé que, un honrado vendedor de antigüedades me golpearía para robarme mi bazo y mi piedra-tostadora y luego desaparecería.

Pero lo más importante.

Jamás pensé que vería un rinoceronte haciendo sus necesidades en un urinario mientras leía el ABC.

-¡Por Favor! ¡Pensaba que los rinocerontes tenían algo más de criterio!
- ¿Te importa parar de gritar? No puedo concentrarme. - dijo el rinoceronte.

Me quedé paralizado. No sabía que hacer. Lentamente y, temblando como cualquiera con un disco de un tera delante de un inspector de la innombrable, me giré. Pude ver al rinoceronte con el periódico doblado, mirándome desde la punta de sus gafas y con una expresión muy seria.

Quien no haya visto un rinoceronte leyendo el ABC no puede saber como es un rinoceronte con expresión seria.

- Lo siento... - Dije, muy timidamente.
- No pasa nada. ¿Quieres sentarte y escuchar la radio? - dijo el rinoceronte.
- Preferiría que me dijeras donde estoy, como he llegado, que hay de comer, si tenéis Internet y... no sé, ya se me ocurrirá algo cuando me hayas contado eso.
- Estás en el planeta tierra. Has llegado aquí gracias a un reloj de cuco sin cuco y que adelantaba y una tostadora (es el secreto de los viajes en el tiempo), para comer tienes un mapache y si, tenemos Internet...

Muy curioso.

- Vale. ¿Sabes la fecha? ¿Lugar exacto? ¿Calidad del porno de Internet? ¿Cantidad de vídeos de transexuales por vídeo normal? ¿Algo concreto?
- Estamos a 5 de agosto de 432634745745764865568856. En lo que, si no me equivoco, en tu época se llamaba... España. Calidad muy buena - aquí el rinoceronte asintió y puso cara de "hay joder, que de calidad" -. Cantidad, 0 vídeos de transxuales por cada 100000000000000000000000000 millones de vídeos normales. Son las 5 de la tarde.
- Y tu sabes todo esto porque...
- Porque llegué aquí de la misma forma que tú.
- Ah... - y un grillo cantó.