jueves, 18 de agosto de 2011

Lavado de cara

Bueno, después de un buen pifostio de tiempo sin escribir he decidido limpiar un poco la cara a esto y volver a escribir por aquí. Si antes deje de escribir por falta de inspiración, ahora he decidido intentar dar mi visión de los hechos en que está involucrada la sociedad. Me refiero a las hechos ocurridos desde el #15M, día en que la sociedad despertó.

Empecemos por el principio.

Era Octubre, yo estaba felizmente en el ordenador cuando alguien me pasó un link que no supe si creer o no, el link remitía a la historia actual de Islandia y su lucha contra el poder de los bancos. La historia de como personas igual que nosotros consiguieron hacer dimitir a un gobierno. Supongo que esto, al igual que a toda la gente que lo hubiera leído, avivo mi espíritu rebelde porque empecé a pensar en como estaba montado todo.

A estas alturas se habían hecho unas cuantas manifestaciones según la prensa y había convocada una huelga general. Convocada tarde, ya que ya se había aprobado la reforma laboral.

Siempre he intentado pensar en como debería estar el mundo, pero nunca había pensado como esta ahora el mundo. Y sinceramente hay muchas cosas que cambiar, empezando por cada uno de nosotros.

A principios de año, un muchacho en Egipto se quemó a lo bonzo como protesta contra la corrupción. Gracias a twitter y facebook la gente empezó a salir a la calle para protestar. Poco a poco, otros paises del norte de África se unieron a las protestas. La gran mayoría de estos países (todos de hecho) soltaron a los perros y empezaron a matar a los manifestantes.

Poco después, en Libia empezó una guerra civil para destituir a Gadafi puesto que envió al ejercito a reprimir a los manifestantes. Y algo después la ONU después de hablar mucho decidió que Libia tenía reservas de petroleo y que debían ir a gorronear un poco, así que enviaron unos cuantos aviones a joder a las tropas de gadafi. Como de costumbre, desde aquí enviamos algún avioncito y un barquichuelo a costa de nuestros impuestos, obviamente los ciudadanos no tenemos nada que decir y ni se convoca un triste referendum.

Ese mes fuí a Amsterdam, viaje del cual no comentaré nada por aquí, solo diré que quedé sorprendido con la sociedad Amsterdamesa, su buena educación, su amabilidad y sobretodo que jamás alzan la voz más de lo necesario. La gente se respeta entre si y lo que suscita molestias es que ocupes el paso. Sus parques son tranquilos, y sus personas aunque frías son agradables.

Al volver, notaba algo diferente. La gente y las calles no estaban igual había algo que se respiraba diferente, no sabía que era, pero no tardé en descubrirlo cuando el #15M se acampó en las plazas para hacer asambleas. Era la indignación. La gente había reventado después de años de estar siendo exprimidos por políticos, banqueros y empresarios así que salimos a la calle y les dijimos que estamos hartos.

Su reacción, como no, fue pegar y desalojar, pero les costó puesto que enviaron a gente que estaba de acuerdo con la indignación y hubo que forzarles a desalojar. Un tiempo después, vinieron a jodernos a raíz de un partido de fútbol pero se portaron way y nos dejaron en paz.

Y más o menos este es mi resumen de como está el mundo ahora mismo. Al menos en las calles. Si eso otro día escribiré mi visión a nivel internacional y quien manda a quien.

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